Quién no recuerda a la gran Lorena Castell en No le digas a mamá que trabajo en la tele: sarcasmo, castigos... ¡y mucha piel!
En 2011 se estrenaba uno de los programas más gamberros de la televisión española: No le digas a mamá que trabajo en la tele. Con un humor sarcástico, referencias televisivas absurdas y situaciones al límite, el show se ganó un hueco en el corazón de quienes buscaban risas sin filtros… y si había alguien que se robaba todas las miradas, esa era Lorena Castell.
La presentadora catalana no solo puso el toque femenino, descarado y sexy del programa, sino que fue protagonista de algunos de los castigos más atrevidos y divertidos del show. Desde meterse en piscinas vestida, bailar con disfraces imposibles o sufrir torturas de gelatina, Lorena se lo tomaba todo con una sonrisa… y un escote de infarto.
Sus apariciones, muchas veces en ropa interior o con atuendos ajustados, no dejaban indiferente a nadie. Y aunque el programa pretendía analizar la televisión con sarcasmo, lo más esperado eran los retos en los que Lorena Castell sacaba su lado más picante y provocador.
¿Quién se olvida de esos planos traviesos o de sus carcajadas tras recibir un castigo humillante? Era el equilibrio perfecto entre crítica televisiva y puro espectáculo con sabor canalla.
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